Al éxito no se llega de la noche a la mañana y está claro que todo requiere de sacrificios y esfuerzos para que puedan darse las aperturas hacia el desarrollo y la sustentabilidad. En particular sobre nuestra ciudad, Encarnación, capital de Itapúa, séptimo Departamento del Paraguay, en su éxito se cuenta el capital humano de honradez, dignidad y trabajo constante que ha movido lo necesario para sostenerse en ese plan, ayudados -por supuesto- por la mano protectora de Dios.
Es cierto que el salto definitivo de la urbe está centrada en las magnas obras de infraestructura que la Binacional que se dignó en plasmarlas, no con ultra recelos y reclamos, pero que efectivamente muestran y demuestran una cara nueva de la ciudad, claro, con la sabia propia de su historia que corre por las venas de los encarnacenos, historia, honradez, trabajo, amor a Dios y al prójimo.
401 años de Encarnación
PARAGUAY
DIOS TE BENDIGA