Encarnación
La playa San José, ubicada en el sector sur de la costanera oeste de la ciudad de Encarnación, Itapúa, Paraguay, tiene una longitud de 800 metros, si bien ahora se está ampliando.
Es la playa más grande, con más infraestructura y seguridad de la ciudad, pues existen en la misma otras dos playas más, también importantes.
Les obsequiamos más imágenes de la misma, obtenidas de las redes sociales e Internet. Disfrútenlas:
El atardecer es singular, en la Playa "San José" se disfruta el aire fresco, el agua cristalina, pero en especial, la buena compañía.
Muchas personas, amigos, vecinos de la ciudad de Encarnación principalmente, aunque se llegan también de otros lugares, como de Cambyretá, Fram, Carmen del Paraná, incluso desde Coronel Bogado. Ni que decir de las Colonias Unidas, Capitán Miranda, de Juan del Paraná, entre otros tantos lugares.
También del extranjero, y así tenemos muchos amigos argentinos que visitan la playa, en incluso europeos quienes aprovechan esta belleza paraguaya.
Y justamente sobre bellezas, podemos decir que el Río Paraná ofrece un panorama imponente, como siempre, su caudal es único e incomparable.
Muchos aprovechan la playa para el bronceado de verano.
La gente juega y se divierte. Todos comparten la alegría. Estas fotografías fueron tomadas por un profesional, quien las publica en su perfil de la red social Facebook.
Siempre viene bien un buen bronceado, y aún más se disfruta a la orilla del portentoso Río Paraná. Esas aguas cálidas y el viento soplando despacito hacen de la experiencia algo incomparable.
Cuando el rey sol desaparece, pues lógicamente da lugar a la noche melancólica y tranquila, la que es aprovechada por todos para dar un paseo.
Muchos por diversas razones no soportan las ondas poderosas del sol, rayos ultravioletas y demás, por lo que se les sugiere que más bien aprovechen la noche para caminar por la Costanera, que ofrece a cualquier, más de cinco (5) kilómetros de paseo, iluminado, seguro y tranquilo.
Hay para caminar, para andar en bicicleta o en patines. Las opciones son variadas.
Los automovilistas circulan a poca velocidad y respetan a los peatones.
La gente se agolpa para pasar un rato por la Costanera.
La arena siempre es especial para los pies descalzos.